jueves, 29 de mayo de 2008

Receta para ser mejor persona

Ingredientes:

- En primer lugar, es muy importante tener preparada con antelación una base de afecto positivo: las personas tienen significativamente más probabilidades de ser más sociables, cooperativas y ayudar más a los demás.
- En segundo lugar, verteremos sobre la base una buena dosis de asertividad: tratar de ser una persona amable, franca, abierta, directa y adecuada.
- Añadiremos mucha empatía: implica vivenciar la manera en que se siente otra persona y compartir sus sentimientos pero siempre como lo haría desde su punto de vista. Esto implica saber escuchar.
- A continuación, es imprescindible una porción de autoestima: influye en gran medida el desarrollo individual y se integra dentro de la estructura de la personalidad , va adquiriendo un potencial regulador de conducta, de gran relevancia y es un centro productor de estados emocionales diversos. Autoestima alta: expresa el sentimiento de que uno es lo "suficientemente bueno" y está preparado para diferentes situaciones que debe afrontar en el transcurso de la vida; Baja Autoestima: insatisfacción, el rechazo y el desprecio hacia sí mismo emerge la imposibilidad de poder realizar ciertas tareas, existe un sentimiento de minusvalía.
- Para que la mezcla no quede seca, es necesario preparar una salsa de inteligencia emocional que mezclaremos de forma envolvente sobre los ingredientes anteriores: se trata de la capacidad de aplicar la conciencia y la sensibilidad para comprender los sentimientos que surgen en la comunicación interpersonal, y para resistir la tentación que nos mueve a reaccionar de una manera impulsiva e irreflexiva, actuando con receptividad, con autenticidad y con sinceridad.
Es importante que la salsa sea sabrosa, por eso se recomienda que contenga las siguientes habilidades subdivididas en competencias:
· Autoconciencia: Implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las intuiciones. Las competencias emocionales que dependen de la autoconciencia son: Conciencia emocional; Correcta autovaloración; Autoconfianza.
· Autorregulación: Se refiere a manejar los propios estados de ánimo, impulsos y recursos. Las competencias emocionales que dependen de la autorregulación son: Autocontrol; Confiabilidad; Conciencia; Adaptabilidad; Innovación.
· Motivación: Se refiere a las tendencias emocionales que guían o facilitan el cumplimiento de las metas establecidas. Competencias: Impulso de logro; Compromiso; Iniciativa; Optimismo.
· Destrezas sociales: Implica ser un experto para inducir respuestas deseadas en los otros. Este objetivo depende de las siguientes capacidades emocionales: Influencia; Comunicación; Manejo de conflictos; Liderazgo; Catalizador del cambio; Constructor de lazos; Colaboración y cooperación; Capacidades de equipo.
En definitiva, se trata de reunir los ingredientes en su justa medida, mezclarlos y combinarlos adecuadamente. No es recomendable abusar de ninguno en concreto, lo ideal siempre es el equilibrio.

- Finalmente habrá que mezclarlo todo en el recipiente del llamado cerebro medio que está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones y actitudes.

¡¡¡Y listo para poner en práctica!!!

Truco: servir en la vida real a temperatura ambiente y aplicarlo a nuestras vivencias con el esto de personas que nos rodean.

Elena Guerra

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