viernes, 30 de mayo de 2008

La actitud dentro de las organizaciones

“Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud” (Publio Terencio Afer)


Desde que comencé en el mundo de RRHH, me he dado cuenta que hay muchos factores que determinan que una persona tenga éxito en una organización, no importando el cargo que ocupe. Muchos libros hablan de habilidades, competencias y experiencia, lo cual considero muy importante y esencial para poder desarrollar una actividad determinada, pero la base fundamental es tener una buena actitud; sin esto todos los conocimientos, experiencias y habilidades no son suficientes para alcanzar el éxito que tanto buscamos, esto se ve reflejado en las investigaciones que han sido dirigidas por la Universidad de Harvard, que nos muestran que alrededor de un 85% de las razones por las cuales las personas triunfan personal y profesionalmente, tiene que ver con su actitud, nivel de motivación y capacidad para desarrollar relaciones positivas con las demás personas.

Pero ¿Qué es una actitud? Reynaldo Ordóñez definió actitud como un estado de disposición nerviosa y mental, organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo dinámico u orientador sobre las respuestas que un individuo da a todos los objetos y situaciones con los que guarda relación. En este sentido, puede considerarse la actitud como cierta forma de motivación social -de carácter, por tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo primario- que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas.
También se puede definir como las valoraciones favorables o desfavorables, opiniones y tendencias que sistemáticamente, presenta una persona respecto de un objeto o idea.

El tener una actitud positiva o negativa hacia tus colaboradores, tu jefe, tus pares, tu trabajo… determinará el que puedas llegar a cumplir tus objetivos o no, el que puedas crecer dentro de la organización o estancarte, el que llegues a afectar a muchas personas o pases desapercibido.
En el mundo empresarial, las actitudes positivas también son fundamentales, si desean mantener un liderazgo en el mercado. En muchos casos, las empresas se destruyen no por una amenaza externa, sino por una actitud negativa de su personal. Muchas empresas no tienen éxito y no prosperan porque sus empleados no se apasionan con su trabajo y definitivamente los clientes prefieren estar en empresas apasionadas.

Podemos elegir y tomar decisiones sobre las reacciones que tendremos para diferentes situaciones que se presentan día a día, elegimos como las personas afectarán nuestro estado de ánimo, elegimos estar de buen humor o mal humor, elegimos si queremos cambiar la forma de gestionar para mejorar o no.

Entonces decidamos cambiar nuestras actitudes de manera positiva en cada rol que desempeñamos en nuestras vidas… ¡¡¡Y contagiemos con esa actitud a los demás!!!

“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás
escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento. (Viktor Frankl)

Gabriela Gutiérrez

1 comentario:

vivi dijo...

Hola, me encanto esto!
estoy haciendo una charla para la universidad basada en la Actitud laboral, y me parecio muy bueno esto.