sábado, 31 de mayo de 2008

Hablamos cuando nuestra boca calla

El 90% de nuestra comunicación es “no verbal”, mediante ella podemos transmitir lo que pensamos, lo que sentimos, lo que queremos, a través de posturas físicas, gestos, expresiones faciales, tono y potencia de la voz, sonidos no verbales, ….

Generalmente gesticulamos con los brazos, las manos, la cabeza y los hombros y lo hacemos para enfatizar lo que estamos diciendo.
Aparecen cuando una persona tiene más dificultad para expresar lo que quiere decir, o cuando le cuesta más hacerse comprender por su interlocutor. Cuanto más necesitamos la atención del otro, más aumenta la intensidad de la expresión corporal y así los gestos se hacen cada vez amplios.

Podemos utilizar los gestos para expresar diferentes impresiones:
-Ladear la cabeza significa una postura de escucha activa, un interés y una preocupación por el tema que se está tratando.
-Asentir con la cabeza lentamente mientras se escucha indica “le estoy escuchando y le entiendo”. Mientras que asentimientos más rápidos significan, “le estoy escuchando y estoy de acuerdo con usted”.
Es curioso el cambio de contexto ya que en la mayoría de países el asentimiento con la cabeza significa “SÍ”, hay en otros que significa NO como en Bulgaria, regiones de Grecia, Yugoslavia, Turquía, Irán y Bengala.
-Bajar la cabeza y evitar el contacto visual, sugiere un comportamiento sumiso.
Cuando alguien saca la cabeza y la barbilla hacia delante pude estar señalando alarma o agresividad, sobre todo si abre mucho los ojos al mismo tiempo.
-Un gesto que se realiza habitualmente con los hombros, es el encogimiento, en el que ambos están levantados y a menudo se acompaña con el gesto de levantar las manos. Esta persona suele indicar que a la persona en cuestión no le importa el tema, no sabe algo o cree que cualquier cosa que esté ocurriendo es una pérdida de tiempo.
-El Desacuerdo, se manifiesta moviendo la cabeza de un lado a otro.

Algunos gestos que utilizamos pueden aparentar una diferencia con lo que estamos diciendo. Por ejemplo, un oyente le dice al interlocutor que está de acuerdo con él aunque esté moviendo la cabeza ligeramente de un lado a otro, en vez de moverla de arriba abajo, señalando así desacuerdo. En este caso puede que el oyente simplemente no esté interesado en discutir.

Los gestos con las manos, en muchas ocasiones también pueden delatar nuestra situación o nuestras intenciones, por ejemplo durante una conversación, un gesto como las palmas abiertas tiende a indicar incertidumbre, aunque con cierto grado de honestidad. Pero también se puede utilizar para engañar.
Encoger las manos es uno de los gestos de honestidad fingida para ofrecer nuestra simpatía dando la impresión de que se está completamente interesado por la otra persona, a pesar de no tener claro el resultado.
Cuando alguien coloca las palmas de las manos hacia abajo y da una especie de palmaditas en el aire y además tiene las cejas subidas, probablemente está expresando satisfacción o certeza sobre los hechos. Si esas palmaditas continúan, lo más probable es que signifique, “ya he oído lo que ha dicho, así que tranquilícese”.
Dar golpecitos con los dedos sobre la mesa es un símbolo claro de impaciencia, mientras que los golpes bruscos o porrazos, indican claramente preocupación o agresión.
Juguetear con un lápiz durante reuniones sugiere aburrimiento o irritación.
Agitar el puño, el signo “V” y levantar el dedo, se entienden como insultos. De hecho, señalar, suele entenderse como un gesto de mala educación o una agresión y debería evitarse siempre que fuera posible, especialmente en una interacción empresarial.

Según el lugar en el que nos encontremos, los gestos cambian su significado así, aunque en la mayor parte d Europa, mover el dedo índice en un lado de la cabeza, se entiende mayoritariamente como “está loco”, los alemanes se dan golpecitos en el centro de la frente para reflejar este sentimiento.
Entrelazar o encajar las manos, en países y culturas los mismos gestos pueden significar cosas diferentes, en la vida empresarial uno de los gestos que más se utiliza es encajar las manos; pero mientras en EEUU y Europa Occidental, encajar las manos se asocia con la seguridad, la convicción, la fuerza, abertura y honestidad, en la India es un gesto negativo, muestra debilidad.
Levantar el pulgar en Europa, significa estar de acuerdo, indicar que algo es correcto,….
Pero no en todos los países es así, en Nigeria, se entiende como un insulto, en Australia, si se acompaña con una sacudida significa “tú mismo”. En Alemania cuando se pide una bebida, significa “una por favor”.

Muchas veces no somos conscientes de los gestos que transmitimos, pero no debemos olvidar que cada gesto es una palabra.

Cristina Varela Calleja

viernes, 30 de mayo de 2008

La actitud dentro de las organizaciones

“Cuando no se puede lograr lo que se quiere, mejor cambiar de actitud” (Publio Terencio Afer)


Desde que comencé en el mundo de RRHH, me he dado cuenta que hay muchos factores que determinan que una persona tenga éxito en una organización, no importando el cargo que ocupe. Muchos libros hablan de habilidades, competencias y experiencia, lo cual considero muy importante y esencial para poder desarrollar una actividad determinada, pero la base fundamental es tener una buena actitud; sin esto todos los conocimientos, experiencias y habilidades no son suficientes para alcanzar el éxito que tanto buscamos, esto se ve reflejado en las investigaciones que han sido dirigidas por la Universidad de Harvard, que nos muestran que alrededor de un 85% de las razones por las cuales las personas triunfan personal y profesionalmente, tiene que ver con su actitud, nivel de motivación y capacidad para desarrollar relaciones positivas con las demás personas.

Pero ¿Qué es una actitud? Reynaldo Ordóñez definió actitud como un estado de disposición nerviosa y mental, organizado mediante la experiencia, que ejerce un influjo dinámico u orientador sobre las respuestas que un individuo da a todos los objetos y situaciones con los que guarda relación. En este sentido, puede considerarse la actitud como cierta forma de motivación social -de carácter, por tanto, secundario, frente a la motivación biológica, de tipo primario- que impulsa y orienta la acción hacia determinados objetivos y metas.
También se puede definir como las valoraciones favorables o desfavorables, opiniones y tendencias que sistemáticamente, presenta una persona respecto de un objeto o idea.

El tener una actitud positiva o negativa hacia tus colaboradores, tu jefe, tus pares, tu trabajo… determinará el que puedas llegar a cumplir tus objetivos o no, el que puedas crecer dentro de la organización o estancarte, el que llegues a afectar a muchas personas o pases desapercibido.
En el mundo empresarial, las actitudes positivas también son fundamentales, si desean mantener un liderazgo en el mercado. En muchos casos, las empresas se destruyen no por una amenaza externa, sino por una actitud negativa de su personal. Muchas empresas no tienen éxito y no prosperan porque sus empleados no se apasionan con su trabajo y definitivamente los clientes prefieren estar en empresas apasionadas.

Podemos elegir y tomar decisiones sobre las reacciones que tendremos para diferentes situaciones que se presentan día a día, elegimos como las personas afectarán nuestro estado de ánimo, elegimos estar de buen humor o mal humor, elegimos si queremos cambiar la forma de gestionar para mejorar o no.

Entonces decidamos cambiar nuestras actitudes de manera positiva en cada rol que desempeñamos en nuestras vidas… ¡¡¡Y contagiemos con esa actitud a los demás!!!

“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás
escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento. (Viktor Frankl)

Gabriela Gutiérrez

jueves, 29 de mayo de 2008

Receta para ser mejor persona

Ingredientes:

- En primer lugar, es muy importante tener preparada con antelación una base de afecto positivo: las personas tienen significativamente más probabilidades de ser más sociables, cooperativas y ayudar más a los demás.
- En segundo lugar, verteremos sobre la base una buena dosis de asertividad: tratar de ser una persona amable, franca, abierta, directa y adecuada.
- Añadiremos mucha empatía: implica vivenciar la manera en que se siente otra persona y compartir sus sentimientos pero siempre como lo haría desde su punto de vista. Esto implica saber escuchar.
- A continuación, es imprescindible una porción de autoestima: influye en gran medida el desarrollo individual y se integra dentro de la estructura de la personalidad , va adquiriendo un potencial regulador de conducta, de gran relevancia y es un centro productor de estados emocionales diversos. Autoestima alta: expresa el sentimiento de que uno es lo "suficientemente bueno" y está preparado para diferentes situaciones que debe afrontar en el transcurso de la vida; Baja Autoestima: insatisfacción, el rechazo y el desprecio hacia sí mismo emerge la imposibilidad de poder realizar ciertas tareas, existe un sentimiento de minusvalía.
- Para que la mezcla no quede seca, es necesario preparar una salsa de inteligencia emocional que mezclaremos de forma envolvente sobre los ingredientes anteriores: se trata de la capacidad de aplicar la conciencia y la sensibilidad para comprender los sentimientos que surgen en la comunicación interpersonal, y para resistir la tentación que nos mueve a reaccionar de una manera impulsiva e irreflexiva, actuando con receptividad, con autenticidad y con sinceridad.
Es importante que la salsa sea sabrosa, por eso se recomienda que contenga las siguientes habilidades subdivididas en competencias:
· Autoconciencia: Implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las intuiciones. Las competencias emocionales que dependen de la autoconciencia son: Conciencia emocional; Correcta autovaloración; Autoconfianza.
· Autorregulación: Se refiere a manejar los propios estados de ánimo, impulsos y recursos. Las competencias emocionales que dependen de la autorregulación son: Autocontrol; Confiabilidad; Conciencia; Adaptabilidad; Innovación.
· Motivación: Se refiere a las tendencias emocionales que guían o facilitan el cumplimiento de las metas establecidas. Competencias: Impulso de logro; Compromiso; Iniciativa; Optimismo.
· Destrezas sociales: Implica ser un experto para inducir respuestas deseadas en los otros. Este objetivo depende de las siguientes capacidades emocionales: Influencia; Comunicación; Manejo de conflictos; Liderazgo; Catalizador del cambio; Constructor de lazos; Colaboración y cooperación; Capacidades de equipo.
En definitiva, se trata de reunir los ingredientes en su justa medida, mezclarlos y combinarlos adecuadamente. No es recomendable abusar de ninguno en concreto, lo ideal siempre es el equilibrio.

- Finalmente habrá que mezclarlo todo en el recipiente del llamado cerebro medio que está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones y actitudes.

¡¡¡Y listo para poner en práctica!!!

Truco: servir en la vida real a temperatura ambiente y aplicarlo a nuestras vivencias con el esto de personas que nos rodean.

Elena Guerra

martes, 27 de mayo de 2008

"¿Dónde están mis gafas?"

Desde el momento en que nacemos y formamos parte de una familia parece que ya tengamos un estereotipo asignado. Cuando eres un recién nacido todo el mundo te adora, te mima, te quiere ver, vamos eres el centro de atención sin poder evitarlo; pero hasta en ese momento que no tienes ni voz ni voto ya te empiezan a sacar estereotipos, con preguntas como:
¿A quién se parece? A la madre o al padre, al principio sólo es algo físico pero luego ya se transforma en un llora mucho como el padre va a salir, se ríe como la madre, etc. con lo que sacan sus conclusiones finales con un parecido más amplio y general, y todo esto sin haber abierto la boca.

Luego cuando te incorporas a la familia de una manera activa, en la que participas (y no sólo comes, lloras, te limpian, etc.), te incorporas a un nuevo estereotipo, según si eres hijo único, el hermano mayor, el mediano o el pequeño, y éste es si cabe más arraigado que el anterior, sobre todo en el núcleo familiar.

Y a su vez en esta etapa, también te encuentras con otro estereotipo, el que te va a marcar toda la infancia, aquel que te marquen en el colegio y ese es de los que marcan para siempre. Casi todos regulados por algo estético, fácil de identificar; pueden ir desde gafotas, glotón, cuatro ojos, el/la guap@, narizudo hasta otro que se adentran más allá de los meramente estéticos, como podrían ser simpático, gracioso, tímido, chivato, creído, asocial, líder -muchas veces coincide con el/la guap@ de la clase (hay que investigar esto), pero normalmente sí suele ser el más social, habla con todo el mundo, es desvergonzado e incluso se atreve hasta con el asocial-. Con esto también se junta el estereotipo que tengamos en nuestra interacción en las relaciones sociales fuera del colegio, pero que muchas veces son un simple alargamiento de las mismas ya que interactuamos con las mismas personas tanto dentro como fuera del colegio (excepto la familia claro).

Posteriormente, este estereotipo puede trasladarse a diferentes escenarios tales como el instituto o la universidad, pero ya no es tan fuerte aunque sigue habiéndolos; pero en las relaciones sociales que son más importantes (ya que no son de aprendizaje como en la etapa anterior), se producen unos estereotipos no más justificados pero que producen peores consecuencias ya que tu forma de actuar será siempre vista desde esa perspectiva, y lo que es peor que esa forma de actuar lo justifique.

Pero estos estereotipos que toda la vida nos han ido marcando desde nuestra perspectiva y desde la de los demás, de poco nos sirven cuando nos incorporamos al mundo profesional, ya que por ejemplo y seguramente, el líder en la empresa diste de aquel compañero de clase, y ese compañero de clase nunca más vuelva a ser líder, que el tímido sea una persona reservada que prefiere comentar cosas personales con sus amigos de verdad, etc. Aunque aparentemente parece lo mismo, no lo es, porque un gracioso en la empresa no cause el mismo efecto que producía en el colegio, e interese un poco más de seriedad aunque tenga un tono distendido.

Aquí es donde comprendemos que lo mejor es ir adaptándose a lo que se nos presenta sin tener en cuenta los estereotipos porque son demasiados y estresan demasiado, perder nuestras gafas o esconderlas para no encontrarlas, entonces pensar en cada situación como la primera vez que sucede y aprovechando lo máximo que podamos sacar de cada momento, porque así maximizamos nuestro beneficio y el de los demás. Lo cual es una habilidad directiva ya que ayuda a manejar la propia vida así como las relaciones con otros.

Os dejo una canción que podéis utilizar de apoyo:

Y poco a poco yo le planto cara al miedo
Quité cobarde, por "yo quiero, puedo hacerlo"
Y confiar, y salir de mí escondite así sin más
Estar tan solo y no gustarme, fue el lamento
El lado fácil de perderme hasta el respeto
Y yo soy más, no soy solo un comentario
Valgo más!!!

Y al despertar, la vida me regala otro color
La vida que es igual que una canción
Tan llena de recuerdos y de voz!!!

La vida es esto a pesar de mis complejos
Quererme a muerte y poder querer al resto
Respirar, que me salga desde dentro y de verdad
Que ser feliz es solo un sueño un falso invento
Que solo existe poder serlo por momentos
Nada más, que es la vida es lo más grande
Es la verdad !!!

Y al despertar, la vida me regala otro color
La vida que es igual que una canción
Tan llena de recuerdos y de voz!!!
Y al caminar la vida que me enseña lo que soy
La vida que devuelve lo que doy,
La vida que me indica donde voy!!!

Roberto Diéguez


Vídeos sobre estereotipos:


lunes, 26 de mayo de 2008

La maestra María…

Seis años después de graduarme del instituto, este nombre sigue en mi mente. Entre todas las personas que han pasado en mi vida durante los 15 años en la escuela, solo la memoria de esta profesora sigue vivo conmigo, mientras que no me resulta fácil recordar ni los nombre de los otros profesores o responsables que tenía. Esta profesora impactó mi vida, los otros pasaron sin dejar ningún rastro. Ella me motivaba, me apoyaba, creía en mí, y gracias a todo esto he podido creer en mí mismo, crecer académica y personalmente y alcanzar mis logros. En resumen, esta persona ha sido la más carismática que he conocido.


Me resulta muy difícil definir el término carisma, y por eso referí al ejemplo de la maestra María para ilustrarlo. De hecho, el término “carisma” no tiene una definición propia. Pero según Wikpedia, la palabra carisma es utilizada usualmente para describir una habilidad para influir o atraer a otras personas. Se refiere especialmente a la cualidad de ciertas personas de motivar con facilidad la atención y la admiración de otros gracias a una cualidad "magnética" de personalidad o de apariencia.


¿Quién es entonces una persona carismática? ¿Qué tiene diferente de los otros? Y más concretamente, ¿porque en el mundo de Recursos Humanos existe una necesidad inmensa de tener líderes cada vez más carismáticos?

Como se puede notar arriba, la definición de Wikipedia encaja exactamente con la mayoría de las prácticas de Recursos Humanos. Un gran parte de RRHH se concentra en atraer (Reclutamiento y Selección), influir (Evaluación de Desempeño), y motivar (Formación y/o Retribución) a la gente. La cuestión es si estamos haciendo estas prácticas con carisma, o de una manera meramente administrativa y rutinaria. Un líder carismático deja un impacto en la vida de otras personas. De la misma manera, un director de RRHH dejará un impacto en la vida laboral (y a veces personal) de los empleados.

La buena noticia aquí está en el hecho de que el carisma no como piensa la mayoría de le gente: No es un rasgo limitado a algunas personalidades específicas y completamente ausente en otras. El carisma no es una energía invisible, mágia, ni magnetismo súper-natural. Es algo explicable fácil a cultivarse que se puede aprender, practicar, desarrollar, y mantener. Ya sea dentro del mundo de RRHH o fuera, un líder carismático tiene que mantener algunos rasgos que los distingue de otros directivos rutinarios. Aquí menciono tres de ellos.


  • Valorar el potencial individual de cada uno de las personas. Para llegar a ser un líder atractivo, hay que anticipar y esperar lo mejor de las personas. Cada uno tiene algo maravilloso dentro. La inteligencia, y en este caso la carisma, es de descubrir cual es este maravilloso oculto, determinar que hay que hacer para sacarlo fuera y ponerlo en marcha. Los líderes carismáticos ven no solamente como están las personas ahora, sino como pueden llegar a ser. En seguida, les ayudan a construir un puente desde el presente hasta el futuro preferido. Cuando un líder invierta en las personas y los lleva hacia conseguir su potencial – este sí será es un líder carismático y querido.
  • Tener ganas de vivir. Para atraer a la gente, un líder tiene que ser apasionado no solamente con el trabajo, sino con la vida en general. El carisma y el pesimismo nunca van juntos – pero la alegría y la cordialidad seguro que encajan. Para afectar a la gente, uno tiene que ser energético y resplandeciente – y no hay manera más fácil de hacerlo que tener una cara y espíritu sonriente que llenan el espacio siempre con energía positiva.
  • Dar esperanza. Martin Luther King dijo: “Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano." Cada persona siente una necesidad de mejorar su futuro. Un líder carismático entiende perfectamente esta necesidad en los demás, e intenta dibujar mañana mucho más brillante que hoy, llena de oportunidades y sueños todavía no realizados.


Sé que las cualidades que acabo de mencionar podrían parecer bastante filosóficas. Pero todos estamos de acuerdo de que, al final, la satisfacción y el sentimiento de auto-realización de cualquier director de RRHH es, en realidad, celebrar el triunfo del equipo humano dentro de la organización. Por ello, hay que tener constantemente una empatía con los demás, es decir, intentar ver las cosas desde sus propias perspectivas. ¡Esto es nuestro trabajo! Mientras seleccionando, formando o evaluando – sería mucho mejor hacerlo todo de una manera que destaca el potencial, transmite el optimismo y aumenta las expectaciones. El efecto que tendrá un líder carismático puede no parecer obvio en el corto plazo, pero seguro que tendrá un impacto a lo largo de los años… en la misma manera que la marca que dejó mi profesora María sigue viva conmigo muchos años después de verla por última vez.



Rami Assaf

martes, 20 de mayo de 2008

PROCESOS DE RECLUTAMIENTO Y SELECCIÓN EN LAS EMPRESAS BAJO INFORMACIÓN ASIMÉTRICA

Por: Sandra Milena Alvarado

La selección de personal es uno de los principales procesos de la gestión humana en la organización. Busca atraer las personas apropiadas ofreciendo al mercado laboral una demanda con especificaciones concretas sobre el perfil solicitado. El aspirante se convierte en candidato para ser evaluado y finalmente seleccionado o no.

Este proceso es un ejemplo típico de interacción de agentes estratégicos en el cual existen asimetrías de información: de una parte, la empresa desea conseguir los empleados que tengan la mayor productividad pero se encuentra con una limitación al desconocer la calidad de los candidatos. De otra parte, los aspirantes desean obtener los mejores trabajos (aquellos que les dan mayores salarios, estabilidad, reconocimiento y oportunidades de crecimiento profesional).

Las empresas, (en sus departamentos de recursos humanos o en su defecto, en las organizaciones especializadas en la prestación de estos servicios), al realizar el reclutamiento, tratan de crear mecanismos que superen esta limitante de información asimétrica. Sin embargo, este esfuerzo implica costos, tiempo y no garantiza totalmente la escogencia más acertada del candidato.

En economía, el estudio de la teoría de incentivos y la teoría de juegos han fijado su atención en este tipo de interacciones y dos trabajos importantes establecieron ideas que han servido de base para el estudio del mercado laboral: el modelo de Akerloff (conocido como mercado de los limones y referido al desempeño de mercados con información asimétrica) y el modelo de señalización de Spence (considera la educación como una señal de las competencias productivas de los trabajadores).

Otro ejemplo interesante estudiado recientemente es el de la delegación del reclutamiento a directivos de áreas de la empresa y el riesgo moral (terminología de Teoría de Juegos y juegos con información asimétrica) que ésta condición entraña.

La administración de recursos humanos actual puede utilizar todos estos avances en la comprensión de la interacción entre agentes para mejorar sus procedimientos y ayudar a las empresas en sus objetivos, lo cual a la postre también representa un beneficio para los trabajadores y para la sociedad.

En la actualidad existe una amplia bibliografía de aparición reciente sobre el tema de la interacción empleador – empleado y de la relevancia que tiene la información asimétrica en ella, sin embargo esta documentación es de difícil consulta y sus conclusiones y enseñanzas no están al alcance de las empresas.

Cabe preguntar, cuáles son los métodos que utilizan las empresas españolas actualmente en sus procesos de selección y en particular cómo enfrentan la condición de información asimétrica: métodos, delegación o contratación del proceso de selección, manejo interno y otros.

Documentos para ampliación del tema:

- Job market signaling under two-dimensional asymmetric information, Streb Jorge.
- Aspectos económicos de la educación, Manuel Salas Velasco
- Who gets the job and why? Behrenz Lars
- Delegating recruitment under asymmetric information, Sengupta Sarbajit